Artes

Bad Bunny o el arte de incomodar

En un clima de represión migratoria, el músico puertorriqueño usa su obra para denunciar injusticias, recuperar la memoria latina y transformar símbolos de poder en actos de resistencia.

Bad Bunny iza la bandera de Puerto Rico en la Estatua de la Libertad para denunciar las políticas migratorias de Donald Trump. BAD BUNNY

Desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025, la administración de Donald Trump, según cifras oficiales del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, ha arrestado a más de 158.000 inmigrantes, de los cuales poco más de 142.000 han sido deportados, una cifra menor para la meta de un millón de migrantes al año que se ha propuesto el gobierno de turno. Todo esto mientras en nuestras pantallas alrededor del mundo deslizamos el dedo viendo noticias de manifestaciones contra el ICE; videos de madres separadas a la fuerza de sus hijos en las calles para ser detenidas; tenebrosas e inhumanas redadas que siembran el miedo; y latinos confrontando a las autoridades porque su único crimen ha sido el de migrar en busca de mejores oportunidades para sus familias.

El “sueño americano” se ha convertido en pesadilla y la “tierra de las oportunidades”, ahora persigue a los migrantes que la han ayudado a construir.

Históricamente, el arte ha sido al mismo tiempo una herramienta de abstracción de la realidad al servicio del entretenimiento y, del otro lado, una contundente forma pacífica de confrontar al poder e incomodarlo. Tiene esa característica particular de blindar el mensaje a través de metáforas, como sucedió con el rock durante la dictadura argentina, o de manera explícita con la música protesta que heredamos de la barbarie chilena. Durante décadas, el arte ha sido nuestra válvula de escape, casi como si quisiéramos que la música sonara más fuerte que las balas o que los muros hablaran en nombre de quienes se han visto obligados a callar, pero siempre con la firme intención de denunciar y acercarnos a una realidad que muchas veces ignoramos.

Durante el estallido social en Colombia, el reggaetonero colombiano J Balvin decía irónicamente en una entrevista que “estamos tan mal de dirigentes que los reguetoneros, que eran los que la gente odiaba, ahora somos la voz del pueblo para decidir qué va y qué no”, esto, en un contexto en el que fue atacado por no pronunciarse al respecto sobre la situación social en su país. Pero esa frase esconde mucho de lo que Bad Bunny ha venido retomando no solo en su reciente video de “NUEVAYoL”, sino desde mucho antes.

En un momento en el que la gente ha perdido la credibilidad en los políticos y los medios de comunicación, los artistas y figuras públicas con audiencias masivas se han convertido, sin quererlo, en líderes de opinión. Antes de que se inundaran las redes sociales con su imagen izando la bandera azul celeste de Puerto Rico en la corona de la Estatua de la Libertad —rindiendo homenaje a los 30 nacionalistas que hicieron lo mismo el 25 de octubre de 1977 y a 'Tito Kayak', que lo repitió en el 2000— Bad Bunny ondeó esa misma bandera mientras junto a otros artistas convocaban a la gente de la isla a las calles para exigir la salida del Gobernador Ricardo Rosselló.

Antes de retratar la cotidianidad de los latinos migrantes que han ayudado a construir ese sueño americano del que tanto se ufana Estados Unidos, reinterpretó la famosa foto de Lunch Atop a Skyscraper en el aniversario 50 de Saturday Night Live mientras cantaba “NUEVAYoL”, haciendo alusión a los inmigrantes que durante la Gran Depresión fueron los encargados de construir rascacielos como el Rockefeller Center. Y antes de que esta canción que hace parte de su disco DeBÍ TiRAR MáS FOToS existiera como una declaración nostálgica de la latinidad con un mini documental de ficción que critica la gentrificación, ya había hecho la hazaña de incluir un reportaje sobre este mismo problema en la isla en el video oficial de El Apagón.

https://www.youtube.com/watch?v=gLSzEYVDads&t=1s

Lo de Bad Bunny en años recientes ha sido una actitud determinada por reconocer que su figura -su voz y su alcance global- tiene el poder de apuntar las miradas sobre problemáticas sociales, que sumado a su mantra de vida “Yo hago lo que me da la gana” tiene la contundencia de incomodar al poder, poniendo temas de conversación coyunturales sobre la mesa y más si son causas como la de los migrantes en Estados Unidos o la gentrificación que ha venido consumiendo las principales capitales de América Latina, con lo simbólico como su arma más contundente para contraatacar.

No es gratuito que haya escogido el 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos, para sacar su canción que no se llama “Nueva York” sino “NUEVAYoL”, que no transcurre en yates ni rodeado de excentricidades, como suele hacerlo en otras canciones, sino que lo hace con la excusa de una celebración de quinceañera, con familias reunidas, felices y dignas, mientras afuera en las calles las redadas los separan y deportan. Quizás el intro del video en el que arranca con la frase “¿Y este frío cuándo se acaba?”, no esté haciendo alusión a la nieve que contrasta con su vestimenta tropical, sino a “¿cuándo va a terminar esta persecución del ICE contra los latinos?”, porque la sutileza también es parte de su universo visual, el mismo en el que la directora Renell Medrano retrata en este video con sensibilidad y audacia, de manera íntima y cotidiana, la realidad de la diáspora latina en Estados Unidos.

Miembros de la Guardia Nacional desplegados en Los Ángeles el pasado 12 de junio. U.S. NORTHERN COMMAND

Todo este entramado confrontativo no podía quedar únicamente en algo anecdótico, digno y simbólico que representara este momento de tensión con las políticas migratorias de Trump. La estocada final viene con la escena en la que, a través de un radio, un deepfake que emula la voz del presidente de los Estados Unidos pide perdón a los latinos: “Cometí un error. Quiero disculparme con los inmigrantes en Estados Unidos. Me refiero a Estados Unidos. Sé que Estados Unidos es todo el continente. Quiero decir que este país no es nada sin los inmigrantes. Este país no es nada sin los mexicanos, dominicanos, puertorriqueños, colombianos, venezolanos y cubanos”. Nada más poético que una cucharada de su propia medicina a una persona que, escudada en noticias falsas, ha salido a atacar a todo el mundo.

Si bien no sabemos el futuro que nos depare como latinos durante su administración en los próximos años, las manifestaciones en las calles, el arte como respuesta a su represión radical y el rechazo a sus políticas por parte de ciudadanos americanos, se consolidan en el mensaje con el que cierra el video “Juntos somos más fuertes”. Y fuerza es lo que vamos a necesitar.

Periodista musical. Creador, director y productor de Sudakas Podcast. Colaborador de medios como Radio Gladys Palmera, Remezcla, Revista Cambio y BeeHype. Fue editor de Noisey en Español y redactor de la revista Vice. Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2020.