‘Llegaron de noche’: la verdad por encima de todo

El director Imanol Uribe recrea el crimen de los jesuitas en El Salvador en su última película. “Son hechos dignos de contar”.

Juana Acosta interpreta a la testigo del crimen de los jesuitas en El Salvador en la película 'Llegaron de noche', de Imanol Uribe. MIKEL LARREA
Juana Acosta interpreta a la testigo del crimen de los jesuitas en El Salvador en la película 'Llegaron de noche', de Imanol Uribe. MIKEL LARREA

La idea estaba en la recámara, en forma de nebulosa. Desde siempre, dado su origen salvadoreño. Hasta que un día la lectura de la novela Noviembre, de su coterráneo Jorge Galán, encendió la chispa, que vino a hacerse más fuerte durante el sueño. “Alguna vez me he despertado y me he dicho: ‘aquí hay una película’. Y con Llegaron de noche fue un poco también así”, dice el cineasta Imanol Uribe (San Salvador, 1950) al hablar del filme que este 25 de marzo se estrena en España. El título nace a partir de una frase, y premonición, que en la propia cinta pronuncia el teólogo y filósofo vasco Ignacio Ellacuría (en la piel del actor Karra Elejalde): “Si me matan de día, sabrán que ha sido la guerrilla, pero, si llegan de noche, serán los militares los que me maten”. Así fue.

En la madrugada del 16 de noviembre de 1989, en la Universidad Centroamericana (UCA) de San Salvador, el propio Ellacuría y cinco sacerdotes jesuitas más, junto con una empleada y su hija, fueron brutalmente asesinados. El Gobierno culpabilizó a la guerrilla del FMLN, pero una testigo presencial echó por tierra la versión oficial. Era Lucía Barrera de Cerna, una empleada de la limpieza de la UCA que fortuitamente presenció la matanza sin que los asesinos repararan en ella. Una mujer anónima que huyó de El Salvador con su marido y su hija y que, en el refugio que prometía ser Miami (Estados Unidos), encontró un secuestro para callar su verdad. Recluida junto a su familia en un hotel, incomunicada, privada de alimento y sometida a crueles interrogatorios a manos de agentes del FBI y de un coronel salvadoreño enviado por el Gobierno de Cristiani. En su mirada, los ojos de la colombiana Juana Acosta en la gran pantalla, se basa la película de Imanol Uribe.

Karra Elejalde, interpretando al teólogo Ignacio Ellacuría en la película 'Llegaron de noche', de Imanol Uribe CAMILA TREJOS
Karra Elejalde, interpretando al teólogo Ignacio Ellacuría en 'Llegaron de noche'. CAMILA TREJOS

- El de Llegaron de noche ha sido un cocinado lento: un proyecto que ha durado casi cinco años. Echábamos de menos tu cine de trasfondo social, político y combativo. Tu compromiso. ¿Cuánto hay de esto en la película?

- Creo que la dosis suficiente, como en muchos de mis trabajos. El tema lo permite y, además, el proceso de elaboración de la película ha sido complejo, complicado, largo y tortuoso con una pandemia de por medio.

- De todas las miradas posibles sobre la historia real que fue el crimen los jesuitas en El Salvador, te interesó la de Lucía Barrera de Cerna, única testigo de la masacre. ¿Por qué?

- Desde el punto de vista cinematográfico, era una manera muy buena de contar la historia. Me remite a ese tipo de películas, como puede ser Desaparecido, sobre una persona que, de repente, por una circunstancia o azar, se ve involucrada en una historia con la que poco tenía que ver, que le cambia la vida para siempre y que la convierte, de rebote, en una heroína sin comerlo ni beberlo. Este es un poco el caso de Lucía, que presencia accidentalmente la matanza de los jesuitas y quiere contar la verdad, porque el caso fundamental de Lucía es que no entendía por qué no podía contar la verdad de lo que vio. A pesar de todas las penalidades que pasó, ella siempre se mantuvo con esa intención y, en estos momentos en que la verdad está tan manipulada y denostada, me parecía un punto de vista muy bonito para contar su historia.

Tráiler de la película 'Llegaron de noche', de Imanol Uribe. YOUTUBE

- Para lograr el relato más veraz posible, tú y el guionista, Daniel Cebrián, os entrevistasteis con los protagonistas vivos de esta historia. Primero, con Lucía y su marido. Después, con el padre José María Tojeira, el provincial de los jesuitas en el momento de los asesinatos. ¿Cuánto han pesado sus testimonios en la película?

- Los materiales que teníamos, que eran los que podías encontrar por internet, narraciones y recortes de prensa de lo que sucedió en aquel momento, eran la base, pero, en cuanto hablamos con Lucía y su marido, por un lado, y con Tojeira, por otro, creo que el 99,9% pertenece a esa cosecha. ¡No digo el 100% por dejar un margen! [risas] Fuimos a las fuentes primigenias de la historia. Lucía, desde el punto de vista de su trayectoria personal, es lo que cuenta la película. Y Jorge, su marido [interpretado por el colombiano Juan Carlos Martínez], también tiene su importancia, era un contrapunto de la memoria de Lucía: siempre apuntaló algún detalle, alguna cosa en el recuerdo. Tojeira [Carmelo Gómez en la gran pantalla] es el personaje que se comió el marrón, para entendernos. Era el provincial de los jesuitas, no pertenecía exactamente al grupo de los teólogos, era 20 años más joven que ellos, incluso Tojeira nos contaba que, de vez en cuando, iba a comer con ellos para intentar acercarse al grupo. Sin embargo, a este hombre le cayó encima todo y fue el que pilotó todo lo que se hizo después. Entre otras cosas, sacar a Lucía de El Salvador.

- El guion de la película cuenta también con el visto bueno de la Compañía de Jesús, que os asesoró tanto desde España como desde El Salvador. Lo has tenido todo a tu favor para construir un documento casi periodístico…

- Sí, y no ha habido que cambiar prácticamente nada por interés de ritmo o dramático. Que yo recuerde, y lo he repasado mucho, solo ha habido dos cambios colaterales en la historia: uno, que en el personaje de Tojeira hemos refundido dos o tres, porque, a raíz de la matanza, hubo varias actividades que no solo las hizo él sino algún otro jesuita. Como es una película con tantísimos personajes, concentramos toda esa acción en él. El propio Tojeira decía: “No, no, pero eso yo no lo hice “. Y yo le contestaba: “Sí, ya sabemos que tú no lo hiciste, pero dramáticamente nos interesa que el personaje destaque un poco”. Por otro lado, está la edad de la niña, que tenía como 4 años cuando tuvieron que huir de El Salvador y la de nuestra película tiene un año y medio por una razón de muchísimo peso: es la hija real del protagonista. Tener a la niña con su padre dentro del set para trabajar en unas condiciones especiales y duras ha sido una ventaja. Nos ha facilitado mucho el rodaje.

Los actores Juan Carlos Martínez y Juana Acosta, en un fotograma de la película 'Llegaron de noche', de Imanol Uribe. CAMILA TREJOS
Juan Carlos Martínez y Juana Acosta interpretan a Jorge y Lucía en 'Llegaron de noche'. CAMILA TREJOS

- El suceso te toca muy de cerca: eres nacido en El Salvador y estudiaste con los jesuitas, primero allí y después en España. ¿Cómo ha afectado tu implicación personal a la película?

- Sin duda, de alguna manera… Lo estoy procesando todavía. Sí es verdad que, de repente, bucear en la vida de unos personajes tan potentes, que, desde el punto de vista de los creyentes —bueno, y desde el de los no creyentes—, son unos mártires,  te marca. Son vidas ejemplares y trabajar sobre la historia de personajes de esta naturaleza, de algún modo, te hace algo mejor, supongo.

- Tu admiración por Ignacio Ellacuría y su grupo está también en el origen de Llegaron de noche. ¿Es la película una especie de homenaje a su memoria y a esas esperanzas de paz, después de 10 años de guerra interna, que en aquel momento representaban los jesuitas en El Salvador?

- Por supuesto, es un homenaje en sí y otra cosa mucho más importante, que es rescatar para la memoria aquellos sucesos. Cuando he empezado con la promoción de la película, me he dado cuenta de que hay muchas generaciones jóvenes que no tienen ni la más remota idea de lo que sucedió, o que les suena vagamente. Por eso, me parece muy importante rescatar para la memoria y poner de actualidad estos hechos, porque son dignos de contar.

El cineasta vasco Imanol Uribe, director de 'Llegaron de noche'. MIKEL LARREA
El cineasta vasco Imanol Uribe, director de 'Llegaron de noche'. MIKEL LARREA

- Ahora que hablas de actualidad, en febrero de 2021, el Tribunal Supremo confirmaba la pena de 133 años impuesta para el único acusado de la matanza de los jesuitas españoles en El Salvador, el coronel Inocente Orlando Montano, exviceministro de Seguridad. La película llega cuando la justicia ya ha hablado…

- Sí, pero parece ser que ahora se ha vuelto a reabrir el caso en El Salvador, lo que está muy bien. La justicia ha hablado condenando a uno. El resto de los que participaron en la matanza de forma intelectual o real siguen libres, vivitos y coleando, impunes, por las calles de El Salvador, supongo. Esto todavía no ha acabado.

- En Lucía, la protagonista, encontramos la pureza, la ingenuidad y la bondad de una mujer dispuesta a defender la verdad por encima de todo. ¿De dónde le nacen la fuerza y el empeño?

- Lucía es una mujer humilde, pero con creencias religiosas muy profundas y, sobre todo, con mucha voluntad. No solo lo digo por esto: acaba de pasar una enfermedad devastadora, la ha superado y, una vez que lograron liberarla del secuestro del FBI, se adaptó a la vida en Estados Unidos y consiguió estudiar, hacerse enfermera, trabajar y sacar a su hija adelante. Es una mujer muy potente. Se le nota cuando hablas con ella, es capaz de enfrentarse a lo que sea.

La actriz Juana Acosta, en una escena de la película 'Llegaron de noche', de Imanol Uribe. MIKEL LARREA
'Llegaron de noche' recrea los interrogatorios a los que fue sometida Lucía (Juana Acosta) en Estados Unidos. MIKEL LARREA

- Me han contado que, cuando Lucía vio la película, se sintió absolutamente reflejada. Una gran alegría para Juana Acosta, que le da vida en la ficción, e imagino que también para ti, su director. Parece que, por fin, ha sentido que alguien ha contado su historia entera…

- Sí, estoy contento. Es muy difícil que alguien que cuenta su historia se vea luego reflejado, tenía mis dudas... “Cuando la vean, ¿qué van a pensar?”, me preguntaba. Es complicado, me pasaría a mí mismo, a cualquiera, que cojan tu vida y te pongan un espejo delante. A veces te gusta, otras, te gusta menos. Yo no he hablado directamente con ella, pero sí con Jorge, y parece ser que le gustó mucho. Creo que la vieron hasta dos veces seguidas.

- Más allá de los puros hechos, ¿qué mensaje te gustaría trasladar al espectador?

- Algo como que, en este momento de tanta manipulación, de tantas fakes, ese grito que da Lucía, esa entrega en defensa de la verdad, porque, sencillamente, no entiende que no se pueda contar, es lo que hay que valorar. Vemos pisotear la verdad todos los días, en todas partes. La película es un canto en defensa de tomarnos un poco más en serio las cosas.

Periodista cultural. Colaboradora de medios como Cinemanía, La Vanguardia, Viajes National Geographic y El Confidencial

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