Cuando el Perú estaba bajo el agua

Hace millones de años, en la costa peruana vivía una sorprendente megafauna marina, con especímenes como el ‘Perucetus colossus’.

Jorge Paredes Laos

Lima
El 'Perucetus colossus', una de las especies que vivían en las aguas del actual Perú.
El 'Perucetus colossus', una de las especies que vivían en las aguas del actual Perú.

Hace 42 millones de años, gran parte de la costa del Perú estaba sumergida bajo el océano. Y lo que hoy son los desiertos de Ica, Arequipa o Piura eran fondos marinos poco profundos, de aguas muy cálidas y tranquilas. Esto era posible porque el mar costero estaba cortado por una cordillera que formaba extensas bahías, con múltiples islas y ecosistemas.

En estos paraísos oceánicos del Eoceno Medio vivían criaturas fabulosas: tiburones arcaicos, moluscos y cetáceos en pleno proceso evolutivo. Uno de los más antiguos es el Peregocetus, una especie de ballena cuadrúpeda que hace 41 millones de años caminaba por los fondos marinos para conseguir alimento. Pertenecía al grupo de protocétidos, es decir cetáceos primigenios. Uno de sus fósiles fue hallado en 2011 y se conserva en el Museo de Historia Natural, de San Marcos.

El Perucetus colossus apareció hace 39 millones de años y ya no tenía patas, sino aletas. Sus contemporáneos eran los basilosaurios, unos animales carnívoros que podían medir hasta 12 metros, y tenían temibles dientes afilados. El cráneo fosilizado de uno de ellos fue hallado en Ocucaje en 2021 y también se conserva en el museo sanmarquino.

“Otros animales de esa época son los sirenios, conocidos como vacas marinas, pues eran parecidos a los manatíes amazónicos actuales. Se ha encontrado un esqueleto que todavía no ha sido estudiado, y que fue presentado en un congreso de paleontología hace dos años”, dice Rodolfo Salas-Gismondi, jefe del departamento de Palentología de Vertebrados, del Museo de Historia Natural. “Mientras los cetáceos arcaicos evolucionaron como animales carnívoros, los sirenios evolucionaron como animales herbívoros, ocupando distintos nichos ecológicos en el mar”, agrega.

Lo interesante es que cetáceos y sirenios evolucionaron en la misma época hasta convertirse en especies totalmente acuáticas. “La densidad de sus huesos compactos demuestra que estos animales costeros no vivían en la zona pelágica, en la columna de agua, sino en el mar somero, poco profundo, donde había mayores cantidades de recursos”, explica Salas-Gismondi, quien también es profesor e investigador de la Universidad Peruano Cayetano Heredia.

Nuevas especies

Pero no eran los únicos. Ya en el Mioceno tardío, hace siete u ocho millones de años, habitaron esta zona marina los leviatanes, unos cachalotes gigantescos de 16 metros, y hace seis millones los odobenocetops. De los primeros, el único cráneo que existe en el mundo se encontró en la costa peruana. En otros lugares solo se han hallado dientes, como en Chile y Nueva Zelanda. Los segundos eran unos extrañísimos seres semejantes a delfines, pero con apariencia de morsa, cuyos fósiles se han descubierto en el desierto de Sacaco, en el norte de Arequipa. “Tenían dos colmillos, uno muy largo, de unos dos metros, y otro corto de 30 centímetros que iban paralelos al cuerpo, aparentemente el más grande servía para el cortejo a la hembra”, explica el biólogo Iván Meza Vélez, quien destaca que la costa peruana es un espacio privilegiado para observar la evolución de los cetáceos, entre los 40 y 5,3 millones de años.

La transformación de nuestra costa en un litoral lineal se debe, en gran medida, a la elevación de los Andes, que se acelera hace seis o siete millones de años. Por otro lado, la cordillera oceánica se sumerge y sus vestigios actuales serían las islas Ballestas o los islotes de Pachacámac. Y mucho antes, el mar ya había comenzado a enfriarse. “Esto sucede paulatinamente a partir de la separación de la Antártida del hemisferio sur, hace unos 32 millones de años. Entonces, se producen las corrientes circunantárticas que giran a su alrededor y la van enfriando hasta convertirla en un continente helado, y el mar comienza a tener características más frías”, explica Salas-Gismondi.

En ese nuevo ambiente, los gigantes cetáceos prehistóricos dejaron de existir.


Este artículo se publicó en la web de El Dominical de El Comercio de Perú el 21.08.23

Jorge Paredes Laos

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