Ester Expósito, una “diosa destroyer” contra la cosificación

La actriz se reinventa como reina del terror en ‘Venus’, la película de Jaume Balagueró que ha inaugurado el Festival de Sitges.

Ester Expósito, en un fotograma de 'Venus', la película de Jaume Balagueró. THE FEAR COLLECTION
Ester Expósito, en un fotograma de 'Venus', la película de Jaume Balagueró. THE FEAR COLLECTION

Ester Expósito, la marquesita de Élite. Ester Expósito en el yate de C. Tangana, en una canción de J. Balvin, y batiendo el récord mundial de Instagram sólo con contonearse al ritmo de El efecto, de Rauw Alejandro y Chencho Corleone (95 millones de visionados la última vez que lo comprobamos). Ester Expósito, imagen de tres o cuatro grandes marcas, luciendo ropa en las revistas y peinados que inspiran. Ester Expósito de vacaciones con su novio, Nicolás Furtado, en Egipto, lanzando tuits románticos, o besando al gran Santi Alverú, bajo la piel de Machús Osinaga en el plató de Esta noche cruzamos el Mississippi de aquel fabuloso primer capítulo de la serie Veneno (la misma Machús del clásico “paquete con paquete, historia de la televisión española al cuadrado). Ester Expósito, que parece lleve la X en el apellido a propósito, el cuerpo y el rostro más comentados del planeta Tierra. Ester Expósito, en fin, una actriz madrileña de tan sólo 22 años que, en cuestión de menos de un lustro, se ha convertido en un auténtico fenómeno global.

El fenómeno global inauguró el Festival de Sitges, el certamen de cine fantástico más grande e influyente del mundo, con el pase de Venus, película de Jaume Balagueró de la que Expósito es absolutísima  protagonista. En Venus también baila, interpreta a una gogó de macrodiscoteca a la que se le ocurre dar un golpe a la mafia que regenta el local agenciándose un alijo industrial de pastillas de éxtasis para montarse una nueva vida muy lejos de donde sucede la acción, en los arrabales de Madrid. Como era de prever, las cosas no salen como previsto, y la fugitiva encuentra refugio en un edificio sito en un descampado de mala muerte que trae a la memoria el de Delicatessen, o sobre todo al de La comunidad, que no por nada Àlex de la Iglesia, gran renovador del fantaterror cañí, es productor de la película, la segunda de una denominada Fear Collection, un sello cuya vocación es lanzar títulos de terror sin complejos.

Otro edificio que acude raudo y veloz a la cabeza del espectador es el de REC, el mundialmente influyente clásico instantáneo que Balagueró y Paco Plaza se sacaron de la manga hace ahora justo 15 años, y que Expósito se perdió, en su día, porque tenía siete añitos. Si en aquella última planta anidaba lo indecible, no adelantaremos demasiado de todo con lo que tendrá que lidiar en el desvencijado edificio, pero la brujería y el terror cósmico de H.P. Lovecraft están a la vuelta de la esquina. En este aterrador remix de La comunidad, Balagueró cultiva una estética poligonera que juega tanto a favor como en contra de la película. Se podría haber potenciado más, pero se ha apostado por una fotografía como de cómic de principios de los ochenta que le quita fuerza.

De lo que no cabe duda es que la película funciona como un tiro, que Ester Expósito hace un trabajo estupendo, y que todo resulta más interesante si se descodifica, como es inevitable, a la luz del personaje-público-fenómeno-pop-global en el que la actriz se ha convertido en cuestión de un lustro fulgurante. No es la primera vez que Balagueró se interesa por un fenómeno global y lo deconstruye, ya lo hizo superando el modelo de El proyecto de la Bruja de Blair con Rec, o filmando O.T, la película. Venus es la historia de su metamorfosis en Venus de nuestro tiempo, a pesar de la manada de gánsters primitivos que la persiguen, pero también de ese aquelarre costumbrista de vecinas criticonas que domina un edificio aislado que se erige en medio de la nada, y que, puestos a interpretar, podría ser la metáfora definitiva de Twitter.

Tráiler de la película 'Venus', protagonizada por Ester Expósito. YOUTUBE

- Mi mujer tiene 41 años, es superfan de Élite y me ha dicho que eres “un mito sexual”. ¿Cómo te ves tú con esa etiqueta?

- Bueno, es un poco a lo que se expone una mujer cuando hace una serie juvenil en la que... bueno… Todos los personajes de Élite tienen escenas de sexo, pero si eres mujer es más fácil que te pongan la etiqueta de icono sexual, sensual o lo que sea. Me quedo con que mi personaje impactó mucho y conectó con el público.

- Pero tu personaje trasciende la serie, estás muy presente en redes, en la prensa y en todas partes. No sé si has visto Blonde, que viene al caso ya que Marilyn Monroe fue el “mito sexual” por antonomasia, y hay opiniones muy polarizadas sobre cómo Andrew Dominik ha tratado ese aspecto de la cuestión...

- No la he visto todavía porque creo que es una película muy densa y no la puedes ver así como así. Hay que tomarse su tiempo, y tengo que encontrar el momento para poder conectarme con ella y disfrutarla realmente.

- Qué pena, me hubiera gustado conocer tu opinión. Anna Castillo ha dicho que es misógina, mientras que Penélope Cruz ha alabado el trabajo de Ana de Armas…

- Sí, ya he visto que hay mucha polémica. Pero puede ser que sea una película misógina y que, al mismo tiempo, Ana de Armas esté brillante. Pero como no la he visto, no te puedo decir. De todos modos era algo que tenía que pasar con algo tan icónico como la figura de Marilyn en una película que además no es un biopic, sino que es una ficción basada en una novela. Todo lo que es así, tan grande, siempre trae el lado maravillado y el lado de las críticas que pueden ser más o menos acertadas, quién sabe.

- El mundo ha cambiado mucho desde los tiempos de Marilyn, pero tú también te has visto hoy envuelta en episodios desagradables relacionados con la mirada machista y comentarios que parecen de otro tiempo. ¿Tampoco ha cambiado tanto, no?

- Todo cambia, pero despacio. Todavía hay un montón de lastres y de cosas incrustadas en lo más profundo de la sociedad que no se analizan, ni se deconstruyen, y siguen estando ahí. Y si eres una mujer, sobre todo cuando se trata de una actriz con repercusión que se ha dado a conocer en todo el mundo, y más si eres joven, vas a tener una mirada bastante machista y cosificante sobre todo lo que hagas.

- Sobre todo si a lo de actriz le añadimos, como decíamos antes, lo de “mito sexual”, porque está claro que Marilyn era más que una actriz, y tú también lo puedes ser. La mujer cuando se relaciona de alguna manera con el sexo se expone a ese tipo de comentarios. Pero no debería ser así...

- No. A ver, también pasa con los actores. Cuando hay un actor joven que se considera atractivo y lo peta en una cosa comercial y masiva también acaba teniendo un fandom y un público al que también le atrae por eso, y no está mal. Pero con la mujer es otra cosa, va por otro lado. Tiene que ver con verla sólo como un objeto, sólo ver ese lado y no referirse a ella como lo que es, un ser humano, y sobre todo centrarse en su trabajo. Ese es el problema, que opaca eso. Y el problema no está en la mujer, sino en el que mira a la mujer, en la sociedad. El problema está en la mirada.

Ester Expósito, con Jaume Balagueró, durante el rodaje de 'Venus'. JORGE FUEMBUENA
Ester Expósito, con Jaume Balagueró, durante el rodaje de 'Venus'. JORGE FUEMBUENA

- Ya que estamos con esto, tu cuerpo siempre está en la conversación, para bien o para mal. Me llama mucho la atención lo machacadísimo que aparece en Venus, donde no sólo te infligen un montón de heridas y golpes, sino que acabas totalmente cubierta de sangre. ¿Hay algo simbólico ahí? Además la película se llama Venus, la diosa del amor, cosa que tampoco es casual. ¿Todo ese sufrimiento corporal podría ser una forma de exorcizar tu personaje público, todo lo que te ha pasado en estos cinco años?

- Bueno, pues a lo mejor. El proyecto me vino, y yo no dudé en hacerlo. No por esa cuestión, sino porque era una película muy poderosa con un personaje protagonista con esa misma característica. Ahora estoy muy centrada en el cine, es lo que me apetece, y buen cine además, ya que puedo elegir. Estoy seleccionando mucho todo lo que hago, y este proyecto tenía todos los ingredientes para que lo que aceptase. Empezando por el director, Jaume Balagueró, continuando con los productores, Álex de la Iglesia y Carolina Bang. Me pareció un gran guion y un gran personaje.

- Un personaje claramente empoderado, ¿no?

- Sí, ella no es la típica víctima. También tiene sus sombras, también hace sufrir, toma sus propias decisiones. Todo eso es muy empoderador en el personaje y muy inspirador para mí. Luego puede ser que la vida y el cine hayan querido que sea un personaje que se arrastra hasta lo más bajo, hasta los infiernos, y que se abre por la mitad y lo deja todo ahí; o eso tenía que hacer yo para cumplir con el personaje metafóricamente hablando. Y sí, tiene algo que ver con el destino. No tiene nada que ver con lo que he hecho antes y me lleva a un lugar completamente diferente. Pero no lo elegí por eso.

- ¿No crees que Jaume Balagueró te eligió, en parte, por el peso de tu personaje público, y para tener la ocasión de deconstruirlo y de hablar del cuerpo femenino y del sufrimiento que la sociedad le inflige a través de esa mirada que comentábamos antes?

- No sé si él iba tanto por poner el foco en el tema del cuerpo, tendrías que preguntárselo. Pero lo que sé es que tuvieron claro desde el principio que me querían a mí, lo cual me hizo mucha ilusión viniendo de ellos. Y creo que es la película en sí la que habla del trato al que las mujeres nos vemos sometidas en ciertos ambientes como la discoteca. Todo eso es muy real, y existe todavía a día de hoy. Pero la película muestra hasta qué punto ellos creen tener el poder, aunque al final resulta que lo tienen ellas, tanto en el Bien como en el Mal, o a través de mi personaje, que diría que está a medio camino. Son ellas las que tienen el control todo el rato.

- ¿Eso es lo que más te sedujo del proyecto, que las mujeres tomaran el control?

- Sí, porque estamos acostumbradas a que, en un mayor porcentaje, el protagonista sea masculino y la mujer gire en torno a él como un satélite.

- Y aquí es una diosa.

- Una diosa destroyer. Una heroína.

- También habrás puesto mucho de ti misma. El mundo entero está sobradamente al tanto de lo bien que bailas, y luego está que la coleta larga también es una característica de tu personaje público, ¿no es así?

- Sí, la coleta fue una idea mía para el personaje al principio para el look de gogó. Lo del baile ya estaba en el guion desde el principio, no fue cosa mía, pero claro que me encantó. Era como meterle una fuerza y una identidad al personaje desde el principio que no es muy común. Eso te despierta una curiosidad, porque te dices que no es sólo un personaje de película sino que puede ser una chica real, hay mucha verdad en eso. Me pareció super interesante que fuese bailarina gogó, cosa que yo nunca había hecho, nunca he bailado tecno en plan gogó. Pero ensayamos muy poco, y la verdad que lo pillé muy rápido. Una de las chicas que hace de gogó es gogó de verdad y fue la que nos enseñó la coreografía. Me encantan esas partes que se escapan de la interpretación en sí misma. Me encanta bailar.

Periodista cultural especializado en cine y literatura. Fue redactor de la revista Fotogramas durante 17 años. Ahora colabora regularmente con medios como La Vanguardia, El Mundo, Cinemanía o Sofilm, entre otros. Ha comisariado la exposición Suburbia en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona.

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