El director de Reporteros Sin Fronteras (RSF) para América Latina, Emmanuel Colombié, afirmó durante una visita a Costa Rica el pasado fin de semana que en Nicaragua se ha instaurado un "cóctel de censura" contra los medios de comunicación independientes e instó a la comunidad internacional a darle mayor visibilidad a la situación.
"Observamos en Nicaragua un cóctel de censura organizado desde el Gobierno, desde la propia Presidencia, y seguir informando en ese ambiente tóxico es extremadamente difícil", declaró Colombié a la agencia EFE durante una visita de tres días a Costa Rica en la que se reunió con periodistas nicaragüenses en el exilio.
Colombié aseguró que Nicaragua se ha convertido en "un campo minado" para el ejercicio de la libertad de expresión y de prensa, especialmente durante la crisis sociopolítica que atraviesa ese país desde 2018, situación que se ha intensificado con el proceso electoral con miras a los comicios del próximo 7 de noviembre, en los que el mandatario Daniel Ortega aspira a una nueva reelección.
"Desde 2018 estamos observando un deterioro dramático de la situación de la libertad de expresión en Nicaragua. Los periodistas independientes y críticos están sufriendo ataques por parte del Gobierno que son cada vez más fuertes y que ahora son multifacéticos, o sea, existe censura judicial, campañas de intimidación en redes sociales, violencia y detenciones ilegales", aseveró.
Colombié dijo que en Nicaragua "hay un aparato para asfixiar económicamente a la prensa independiente; cortan la señal de televisión y de radio independientes, y estamos viendo un apagón informativo porque son cada vez más escasas las voces disidentes, críticas, no hay más pluralismo".
El director regional de RSF agregó que la falta de insumos ha causado la desaparición de medios impresos y que muchos periodistas han tenido que salir al exilio a países como Costa Rica, desde donde, en medio de muchas dificultades, continúan ejerciendo la profesión.
Entre 2020 y 2021, RSF documentó 36 tipos de acoso, amenaza, censura, acoso judicial y encarcelamiento de comunicadores en Nicaragua.
Los datos de la organización indican que en ese periodo los periodistas sufrieron al menos 157 episodios de intimidación en Nicaragua, 134 hechos de asedio, 117 de hostigamiento policial, 115 obstaculizaciones de coberturas, mientras que 83 periodistas fueron criminalizados y cinco mujeres periodistas sufrieron violencia sexual.
La organización agrega que en los últimos meses al menos 40 comunicadores han salido al exilio para proteger su integridad y sus vidas, a lo que se suma el asedio policial a instalaciones de medios de comunicación.
Colombié recordó que este año RSF incluyó al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en su lista de "depredadores de la libertad de prensa".
En medio de este contexto, Colombié reconoció la "valentía y el coraje" de los periodistas nicaragüenses que siguen ejerciendo su labor desde el exilio en países como Costa Rica, que es uno de los mejores calificados del mundo en cuanto a libertad de prensa y expresión.
"Quiero saludar la valentía y el coraje de los periodistas que, desde fuera, en condiciones complejas, sin dinero ni materiales, quieren seguir informando. Es un momento muy preocupante, pero es importante seguir defendiendo la libertad de informar", declaró.
Colombié instó a la prensa internacional y a la comunidad internacional a dar mayor visibilidad a la crisis de Nicaragua.
"Falta visibilidad internacional sobre la situación de Nicaragua a nivel de organismos internacionales que defienden los derechos humanos. Es importante llamar la atención de la comunidad internacional sobre la represión orquestada por el gobierno de Daniel Ortega, quien va ser reelegido porque ha conseguido controlar todos los poderes", apuntó.
En su misión a Costa Rica, Colombié estuvo acompañado por María Paula Martínez de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) de Colombia, y por Raúl Silesky, del Instituto de Prensa y Libertad de Expresión de Costa Rica.
Colombié dijo que RSF está evaluando maneras de brindar apoyo y asistencia directa a la prensa nicaragüense en el exilio para que continúe con su labor.