Barcelona, ciudad de ciencia y tecnología

La capital catalana es un destino científico y tecnológico de primer nivel, distinguido por su dinamismo y espíritu innovador.

El Aquàrium de Barcelona es uno de los mayores acuarios de Europa y el más importante en temática mediterránea. SHUTTERSTOCK
El Aquàrium de Barcelona es uno de los mayores acuarios de Europa y el más importante en temática mediterránea. SHUTTERSTOCK

Barcelona es apreciada en todo el mundo por su arquitectura, gastronomía y riqueza cultural, pero, más allá de esos atractivos, es también una capital científica y tecnológica de primer nivel.

Quienes conozcan la historia de Barcelona no se sorprenderán con esta faceta. Por su estratégica ubicación en el Mediterráneo, la ciudad fue un nodo de intercambio de ideas y conocimientos desde un inicio.

Ya en la Edad Media, la ciudad destacó en el ámbito de las ciencias de la salud con equipamientos como el Hospital de la Santa Creu, icono del gótico catalán que es una de las joyas del barrio del Raval, mientras que la Revolución industrial y la posterior eclosión del Modernismo cimentaron la posición de Barcelona como urbe innovadora, con edificaciones que en la actualidad conjugan el interés arquitectónico con la actividad científica como el Recinto Modernista de Sant Pau y el Observatorio Fabra.

El Observatorio Fabra de Barcelona, fundado en 1904 y todavía en activo. SHUTTERSTOCK
El Observatorio Fabra de Barcelona, fundado en 1904 y todavía en activo. SHUTTERSTOCK

Hoy, Barcelona se sitúa una vez más en la vanguardia. Considerada el hub 5G del sur de Europa, la capital catalana cuenta con un distrito de innovación que se ha convertido en un referente internacional por su capacidad transformadora, el 22@, al mismo tiempo que alberga diversos parques científicos y tecnológicos y grandes infraestructuras punteras vinculadas a disciplinas como la biomedicina y la inteligencia artificial.

En Barcelona se encuentran los supercomputadores MareNostrum y MinoTaure —a los que a finales de 2022 se sumará el primer ordenador cuántico del sur europeo—, así como la plataforma de secuenciación del Centro Nacional de Análisis Genómico o el Laboratorio de Resonancia Magnética Nuclear, entre otros equipamientos de referencia.

Además de albergar ocho universidades y más de una sesentena de centros de investigación, Barcelona también es sede de un gran número de start-ups dedicadas a las nuevas tecnologías, las cuales contribuyen a apuntalar la capitalidad digital de una ciudad que hasta 2030 acogerá el Mobile World Congress, la mayor feria mundial de la comunicación móvil.

Una ‘smart city’ repleta de innovación y talento

Que Barcelona sea un polo de start-ups no es casual: la ciudad es apreciada por su capacidad para aunar calidad de vida y apoyo al talento emprendedor, un espíritu que se evidencia en distritos como el ya mencionado 22@, en el antiguo barrio industrial de Poblenou, donde el ecosistema de empresas emergentes ha impulsado una transformación económica, social y cultural que ha captado la atención de otras ciudades como Boston, Estambul o Río de Janeiro.

La renovación que ha supuesto el 22@ se visualiza claramente en la arquitectura biodinámica de muchos de los modernos edificios que pueblan el distrito, proyectados de acuerdo con criterios de eficiencia y sostenibilidad para reducir su impacto medioambiental y llamados a convertirse en iconos indiscutibles de la ciudad por su original diseño.

El Disseny Hub y la Torre Glòries, en el distrito 22@ de Barcelona. SHUTTERSTOCK
El Disseny Hub y la Torre Glòries, en el distrito 22@ de Barcelona. SHUTTERSTOCK

Ese dinamismo tecnológico también hace de Barcelona un referente de las smart cities. La ciudad destaca por su afán a la hora de aprovechar la tecnología para mejorar la gestión del espacio urbano, ya sea garantizando el acceso público a la red wi-fi, creando aplicaciones destinadas a los barceloneses y los visitantes o promocionando la eficiencia energética.

Las calles barcelonesas se han convertido así en el campo de pruebas de las nuevas soluciones desarrolladas por las grandes empresas tecnológicas, como semáforos inteligentes, sensores para la recogida de residuos o la iluminación pública con sistema LED. Por todo ello, Barcelona figura en la tercera posición de ranking mundial de smart cities.

En definitiva, ciencia, tecnología e innovación marcan el rumbo de una ciudad abierta y metropolitana, que no deja de sorprender por su capacidad de liderar los nuevos tiempos.

Más información, en visitbarcelona.com

Lo más leído
Newsletter Coolt

¡Suscríbete a nuestra 'newsletter'!

Recibe nuestros contenidos y entra a formar parte de una comunidad global.

coolt.com

Destacados