Artes

Arte medieval, realismo mágico y García Lorca

El universo creativo del ilustrador español Ricardo Cavolo refleja múltiples obsesiones. La última: la poesía lorquiana.

Madrid
Detalle de una ilustración de Ricardo Cavolo para el 'Romancero gitano'. LUNWERG/RICARDO CAVOLO

Mucho cambió la vida de Ricardo Cavolo (Salamanca, España, 1982) cuando se acercó a él el equipo de marketing de Cirque du Soleil en 2010.

Una petición de creación de un cartel para uno de sus espectáculos le obligaría a dar un giro a su carrera en una agencia de publicidad. El destino aupaba a este artista, uno de los referentes españoles más nombrados en todo el mundo –especialmente en Latinoamérica–, y lo llevaría a crear un imaginario único repleto de tribus urbanas, personajes del underground, referencias a las enfermedades mentales e, incluso, a la obra de Federico García Lorca.

No hay nada más ilustrativo del éxito de un artista que otro creador imite su obra, y a Cavolo le siguen replicando desde hace una década en las redes sociales, con orgullo de hacer una buena copia del mejor ilustrador español de los últimos diez años. Su trabajo se ha expuesto en Londres, Washington, Montreal, Madrid, Bogotá y Buenos Aires, entre otras ciudades, y ha ilustrado portadas de discos para bandas como Vetusta Morla y El Canijo de Jerez.

El ilustrador Ricardo Cavolo, posando ante uno de sus murales en Montreal. ARCHIVO

Imágenes atiborradas de microescenas, de corazones con ojos, de puñales, de lágrimas, de realidades paralelas, circenses y de color. “Uso colores vivos, pero esa paleta viene influenciada por la ilustración medieval”. Un uso cromático que también ha acercado a Cavolo a culturas como las de América Latina.

En México, el artista tiene una legión de seguidores que ven reflejado mucho de su lenguaje. “El realismo mágico es un pilar fundamental en mi obra, esa mezcla de realidad, mitologías y fantasía me parece la mejor manera posible para contar algo. También el arte tradicional, sobre todo en lo que se refiere a pinturas miniaturas y ese tipo de trabajos folclóricos, que me aportan ideas para desarrollar en un trabajo”.

Pero que el cartel cromático de Cavolo no nos lleve a engaño: trabajar con color no significa siempre lo que asemeja. “Se puede crear una obra terriblemente triste, melancólica, desgarradora o dramática usando mucho color, y no hablo de colores sucios. Incluso usando una paleta de colores limpios o vivos se puede generar esa sensación”. De hecho, esto se puede ver representado en trabajos como los que tiene en la galería online Gunter Gallery, con piezas explosivas en las tonalidades, pero donde puede aparecer el fantasma Casper llorando o una versión de la superheroína del manga Sailor Moon sin una esbelta figura.

'Goku'. RICARDO CAVOLO

Un artista sin mitos

“Si hay una libertad innegable para el artista es que puede hablar de lo que le dé la gana”. La manera de trabajar de Ricardo pasa por esta sentencia, concisa y clara. Directa. Su obra ha cabalgado entre las colaboraciones con firmas de moda como Zara, Samsung, Bally o Nike a la intervención mural en Montreal, San Petersburgo o Londres.

Pero si no hay libertad en el proceso creativo, asegura, no hay obra. “Me considero un artista que hablo de la actualidad y que pongo mucho interés y energía en poder canalizar una serie de mensajes de carácter social en mi obra siempre que puedo. A nivel artístico, disfruto igual de una obra con mensaje social que de otra sin ningún mensaje de ese tipo e, incluso, de una obra que ni siquiera tiene mensaje”.

Sin embargo, la obra de Cavolo siempre rezuma cierta semántica. Sus creaciones sirven para hablar de los problemas de depresión que sufrió hace unos años o celebrar el nacimiento de su hijo. También para poner voz a los refugiados, a los gitanos o al pensamiento esquizofrénico del músico Daniel Johnston.

Nada es aleatorio, todo crece desde la cabeza del artista, pasa por el corazón y termina en el lienzo o sobre el papel. “No soy muy de mitos, nunca he tenido artistas favoritos, porque de hecho a cada poco cambio de referentes y no me caso con ninguno. Creo que los mitos son como las etiquetas, caducos y de otra era. Vamos hacia un momento en el que esas estructuras viejas van a desaparecer y quedarán para la mitología en los libros”.

Lorca y los gitanos

Federico García Lorca es la reciente obsesión de Cavolo. Su último trabajo publicado es una versión ilustrada de Romancero gitano (Lunwerg, 2020). Un proyecto mayúsculo, con éxito de ventas y que resume mucho de lo que el artista lleva fraguando desde hace años. “El universo de Lorca siempre lo he tenido presente en mi trabajo. Desde hace años en el estudio tengo un libro con toda su obra poética y, de vez en cuando, abro por cualquier página, me pierdo unos minutos en sus versos y siempre saco buenas ideas e imágenes mentales para desarrollar en mi trabajo”.

Pero poner dibujos a una de las obras cumbre de la poesía en español era un reto para valientes. “Leí mucho sobre Lorca y sus influencias y, de esta manera, entender de la manera más fidedigna su trabajo y poder desarrollar con el mayor de los respetos las ilustraciones para ese libro”. Lo ha conseguido y ha salido triunfante. No en vano, Ricardo siempre ha confesado que se crio cercano a una familia gitana, y eso, inexcusablemente, te une de manera mágica con la luna.

Ilustración de Ricardo Cavolo para el 'Romancero gitano'. LUNWERG/RICARDO CAVOLO

Periodista y gestor cultural. Ha trabajado para publicaciones como El País, GQ y Rolling Stone. Autor de los libros Los nombres esenciales del arte urbano y del graffiti español (2011) e Ilustradores españoles (2013), entre otros.