Un ritual ancestral de agradecimiento a la Pachamama o Madre Tierra fue el preámbulo de la decimoquinta Asamblea General del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC) que se celebró los pasados 28 y 29 de octubre en La Paz, Bolivia.
Algunas delegaciones que participan presencialmente en el evento acudieron a la plaza Murillo, donde están las sedes del Ejecutivo y el Legislativo bolivianos, para participar en los rituales con los que se pidió "permiso" a la Pachamama para llevar adelante la asamblea.
Un grupo de amautas o sabios espirituales indígenas prepararon un altar con ofrendas para la Madre Tierra y recitaron oraciones en aimara para pedir el acompañamiento de las deidades andinas durante el evento.
Las delegaciones se trasladaron luego a la casa de Gobierno para el acto inaugural, en el que participaron el presidente boliviano, Luis Arce; el relator especial de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, el guatemalteco José Francisco Calí Tzay, y, por vía telemática, la presidenta de FILAC, la nicaragüense Myrna Cunningham.
Cunningham hizo un repaso por los avances logrados por el FILAC en los últimos años, en los que se vive una "etapa inédita y llena de complejidades y desafíos que afectan de forma particular a los pueblos indígenas, tanto en esta región como a nivel del mundo". Entre estos logros resaltó el fortalecimiento de los vínculos entre las organizaciones regionales, la coordinación para enfrentar juntos asuntos como la pandemia de la covid-19 y los diálogos que en 2018 permitieron la adopción del plan de acción iberoamericano para la implementación de los derechos de los pueblos indígenas. También mencionó la próxima creación del Instituto Iberoamericano de Lenguas Indígenas y el trabajo de sistematización de datos para "conocer mucho mejor" las perspectivas de los pueblos indígenas. "Aspiramos a que FILAC se consolide como un referente regional en la producción sobre conocimientos sobre temas fundamentales para los pueblos indígenas, que sea un articulador de diálogos nacionales y regionales" y una "voz relevante con propuestas en los grandes temas globales", indicó.
Calí ahondó en el marco jurídico internacional para el cumplimiento de los derechos de los pueblos indígenas y abogó entre otros por el respeto a la libre determinación y a la consulta previa, libre e informada sobre cualquier proyecto estatal que se quiera emprender en sus territorios. "El desarrollo debe realizarse de acuerdo con la cosmovisión indígena, el respeto a la naturaleza y el conocimiento científico indígena", manifestó.
Por su parte, Luis Arce destacó la diversidad cultural y lingüística en su país que fue "la razón para impulsar la voz" de los pueblos indígenas dentro y fuera de Bolivia.
"Insto a los países miembros junto a los pueblos indígenas participantes de esta decimoquinta Asamblea General del FILAC que ya es tiempo de reconocer a nuestros pueblos y apuntar a que nuestros Estados se saquen la coraza del monoculturalismo y del anquilosamiento del colonialismo interno al cual fuimos sometidos por muchos siglos", sostuvo Arce. El gobernante boliviano también consideró que "los tiempos han cambiado y la construcción del sentido plurinacional de nuestros Estados debe ser el horizonte de hoy".
Con sede permanente en Bolivia, FILAC es un organismo internacional creado en 1992 por la II Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Madrid, para apoyar los procesos de desarrollo y promoción de los derechos de los pueblos, comunidades y organizaciones indígenas de América Latina y El Caribe.
